lunes, 27 de julio de 2009

Las Izquierdas y las Derechas

(Escrito el 15 de junio de 2000)

He leído y escuchado
de cuándo esto nació,
pero no tiene importancia
ni citarlo cuándo fue
ni si el sitio lo sé yo.

Es difícil pronunciarse
enjuiciando estas palabras,
pues depende sobre todo
del que las dice o las habla;
pero sí, es general
que te den esto a entender:
las izquierdas son progreso,
son justicia y honradez;
la izquierda es solidaria,
humana y ecologista
promociona la igualdad,
y no puedes acusarle
de que sea ella racista;
la izquierda no quiere oír
de los temas militares,
sobran armas y soldados
y las cosas similares.

La derecha es explotadora,
no quiere la educación,
que el mundo sepa muy poco,
pues así tendrá abundante
de esa carne de cañón;
la derecha es disciplina,
armamentos, buenos tanques,
que no se desmande nadie,
que sea todo como antes;
la derecha no cree en otros
ella cree que es la lista,
y así en los años cuarenta
ya era estraperlista.

Y así podríamos seguir,
resumiendo lo que se oye,
lo que se escucha en mítines,
lo que se dice en la calle;
con estos planteamientos
intentan decirlo claro
que la izquierda son los buenos
y los de derecha los malos;
mas esto que hoy se oye
no resulta nada extraño
pues la cosa fue al revés,
en más de 50 años.

Pero entonces ¿qué podemos,
comentar o discutir?
ignoro cómo será
pero yo, lo veo así.

En el mundo siempre hubo
hombres buenos y hombres malos,
mas resulta muy difícil
si tú quieres agruparlos;
hay muchos que se cobijan
en alguno de estos mantos,
y según vengan los aires
igual hablan mal de curas
que se comen a los Santos.

Pero yo, que a ninguno
la razón le quiero dar
observo, me fijo y pienso,
y quiero reflexionar:
¿acaso en país de izquierdas
no hay nada de militar?
pues entonces ¿por qué aquí
lo quieren eliminar?;
si el de izquierdas es honrado,
¿es modelo en el trabajo,
trabajando y en llegar?
pues si esto él no hace,
aunque no asalte los Bancos
en el trabajo y el tiempo
lo que hace es robar.

Lo que pienso yo de esto
es que tiene que cambiar,
y las izquierdas y derechas
pronto tienen que acabar,
y serán otras palabras
las que tendremos que usar.

En el mundo hay maleantes,
vagos, macarras y más,
gente buena y que trabaja,
y otros, que nunca lo harán,
porque trabajo no hay
o no lo quieren buscar.

Hay gente que son avaros,
sólo pretenden ganar
y para conseguir esto
cualquier cosa ellos harán,
incluso si es preciso,
al que estorba quitarán,
y hasta que lleguen a ello
primero lo explotarán.

De estas cosas y de otras,
en la vida pasarán
y de izquierdas y derechas
de ambas, ellas lo harán,
así, que a ver si cambiamos
y dejamos el pasado,
y juzgamos a la gente
por lo que vaya aportando.

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lunes, 20 de julio de 2009

A los miembros del Pacto de Toledo

Aunque los medios de comunicación no filtran nada sobre las nuevas modificaciones que pueda tener el llamado Pacto de Toledo, supongo que el Gobierno, la Oposición, los distintos Partidos Políticos, los Sindicatos, la Patronal, etc. estarán pensando y aportando sus ideas para tratar de mejorarlo y darle viabilidad para el futuro. Vaya para todos ellos mi más profundo respeto.

Yo, sin tener grandes cosas que decir, también querría aportar mi pequeño grano de arena.

El paso de los años, me ha hecho observar algunos comportamientos de ciertas personas con una incapacidad concedida. Sorprende ver que la mayor actividad que desarrollan es aquella por la que se les concedió la incapacidad. Cierto es que en esta cuestión, intervienen dos partes: el que la solicita y el que la concede. Pienso que resultará a veces complicado, pero hay otras que hasta el más profano se da cuenta de que hubo una gran negligencia.

Ignoro si tras una concesión de incapacidad hay algún tipo de seguimiento, control, inspección o revisión. Sino hay, debería haberlo y del resultado del mismo habría que tomar las medidas correspondientes. A veces, hasta el incapacitado presume de que su situación le está proporcionando un medio de vida mejor que cuando trabajaba o que ha sido el negocio de su vida, consiguiéndola por su habilidad, cuando a otros se la denegaron. Esta presunción deja encabronado al honrado trabajador.

Otro tema que abunda es el de las bajas. Los hay que son verdaderos expertos en la utilización de las mismas y hasta tienes que oírles: “ yo no pienso enganchar”. Estando de baja se planifican ya sus altas y próximas bajas. Cogen el alta poco antes del período de vacaciones, trabajan 15 días y disfrutan las vacaciones y al terminarlas, nuevamente un breve tiempo de trabajo y enseguida la baja. Como digo son verdaderos expertos en su manejo. También hemos conocido médicos que tienden a dar las bajas con facilidad y otros mucho más exigentes ante los mismos síntomas que aporta el paciente. Ignoro si se hace, pero también en estos casos tendría que haber un seguimiento exhaustivo de esas personas y obrar en consecuencia.

Lo más sorprendente de todo, es que estos casos los representantes sindicales los conocen y creen que su misión es apoyarlas y no es así. Esa complacencia y ese consentimiento de apoyar ciertas bajas, estimulan a otros trabajadores a exagerar sus dolencias y a la mínima también coger la baja. Otro INRI mayor es cuando escuchas que ante esto no se puede hacer nada.

Ante estas situaciones, a estos jetas de las bajas, que no son tan escasos, y sí muy frecuentes, como mínimo mis dos propuestas serían:

1ª.- Que durante el tiempo de baja, el importe a cobrar sea mucho menor. Entonces quizá se lo piensen más.

2ª.- Que llegado el momento, la pensión de jubilación sea el resultado de un binomio: tiempo cotizado y tiempo trabajado.

No puede consentirse que la actuación de estas personas, esté minando la moral de muchos trabajadores y que al final, no haya ninguna penalización para el que su vida laboral se la pasó sin dar golpe, por ser experto en el uso de la incapacidad o de la baja.

20 de julio de 2009

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lunes, 13 de julio de 2009

Diálogo entre liebres

Se cuenta, que una liebre
estaba con su vecina,
a la orilla de un camino
comiendo la hierba fina;
hablaban del veraneo
y del buen tiempo que hacía,
a la vez que comentaban
que en ese pueblo que estaban
la caza empieza ese día.

Habrá que estar preparadas
comentaba la más vieja,
y a la joven le decía,
que por el hecho de serlo
mejor vista ella tenía;
es fácil que hoy visitas
tengamos en este día,
así que tú jovenzana
escóndete tras la aliaga
y ¡observa y vigila!;
y al poco de estar alerta,
comunica a su amiga,
que a lo lejos del camino
seguro que alguien venía.

Son dos hombres los que vienen
y perros no hay a la vista,
¿llevan boina? ¿llevan gorra?
¿acaso no los divisas?
llevan sombreros muy nuevos
le decía la vecina,
van los dos muy elegantes
parecen a las mujeres
cuando van a la piscina.

¿Cómo llevan la chaqueta?
¿se la distingues, la ves?
yo diría que la estrenan,
como esas de las revistas
que vende el Corte Inglés;
pues de momento tranquila
no te asustes y te espantes
que luego te pueden ver.

Mira que escopeta llevan,
qué calzado, qué polainas,
eso nos dirá un poco
lo que tendremos que hacer
ahora por la mañana.

La escopeta es muy bonita,
yo diría que es muy nueva,
es toda ella brillante
y acarician la culata
como si su novia fuera,
y las botas van a juego
con la chaqueta y sombrero;
entonces estate quieta,
pues todo lo que haremos,
es cambiarnos de la aliaga
a esa mata de romero,
y si nos ven al pasar
pensarán que ya hemos puesto
las veinte millas por medio.

La joven así lo hizo,
y oyeron cuando pasaron:
con esta buena escopeta
y la munición que llevo,
tras hacer los tres cursillos
la primer pieza que vea
te aseguro que le arreo,
y las liebres al oírlo
se miraron cara a cara
y muy despacio rieron.

Esta vez no ha ido mal,
así que tras este susto
vuelve a tu sitio a mirar;
y al poco de estar allí
otra vez vuelve a avisar:
¡veo a un hombre a lo lejos!
y es distinto a los otros
pues no tiene nada igual:
lleva pantalón de pana
yo diría que apiazau,
en vez de botas, albarcas,
escopeta vieja y de un caño,
la lleva al hombro colgando
con cuerda que es de cáñamo:
no digas más: ¡prepárate!
no respires, corre y vuela,
si sabes rezar, tú pide,
a tus dioses a tu abuela,
pues como él nos divise
esta tarde ya nos vemos
metidas en la cazuela.

23 octubre 1999

domingo, 5 de julio de 2009

¡ A mi, nadie me quiere !

Cuando yo era pequeña,
convivía con mi hermana,
y no es por presumir,
pero tenía otro estilo,
más atractiva y lozana;
desde nacer, siempre juntas,
por la tarde y la mañana
mas al llegar a ser mozas
la gente me repudiaba,
siete días por semana.

Me encerré dentro de casa,
y allí estuve cinco años,
y cuando luego salí
me culparon como antes
de provocar yo los daños;
yo no sabía que hacer
a mí, nadie me mima,
dejé de estar con mi hermana
y me marché con mi prima.

Al principio todo bien,
sobre todo en el invierno
pero al pasar ya de marzo
resulta todo un infierno;
me tratan de presumida,
que me pongo llamativa,
que si estoy en el camino
destaco hasta en la orilla;
me maldicen, me critican
desean que no esté viva,
y harto de estar con ella
me marcho con otro primo
que vive en la misma calle
un poquito más arriba.

¿Qué cómo me fue con él?
¡el muy canalla y muy vil!,
pasé con él, el invierno,
pero hacia el 20 de abril
el jodido me denuncia
y viene el pueblo a por mí,
y allí llegan preparados,
con lanzallamas y botes,
esperando darme fín.

Un momento, ¡por favor!,
¿quieren escucharme a mí?
lo sentimos en el alma,
pero hemos de hablarte así:
nos tienes hasta la gorra,
¡ y tú tienes que morir!
y piensa que lo sentimos
pues con lo guapa que estás
tendría que haber perdón
y dejarte a tí vivir.

14 junio de 2000
“La Ballueca o Avena loca”

Nota.- Hermana (avena), prima (cebada), primo (trigo)

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